Fuente: La Nueva España 13/07/09
El desmontaje del viejo convento permitirá recuperar para la ciudad el ábside de la iglesia más antigua de Avilés
Fruto de numerosos añadidos y retoques, la iglesia de los Padres Franciscanos, antaño parroquia de San Nicolás de Bari, es un portal de la historia de Avilés. Histórica es su portada abocinada, con decoración geométrica en las arquivoltas y zoomórfica en los capiteles de las jambas, que está considerada como uno de los ejemplos arquitectónicos más antiguos de la villa. El interior es más moderno, y custodia, entre otros, el sepulcro del marino y conquistador avilesino Pedro Menéndez, que fundó la ciudad de San Agustín de La Florida. Esta iglesia paradigmática, crisol de la historia avilesina, está a punto de sufrir una nueva transformación, que la despojará de los últimos añadidos para recuperar el perímetro exterior embutido desde hace décadas en la residencia de los franciscanos.
Los andamios colocados el mes pasado en la zona de la cabecera permitirán desmontar una residencia monacal construida a partir del regreso de los frailes a la ciudad, en los albores del siglo XX, y ampliada a mediados del siglo pasado. Con su eliminación se recuperará una estampa perdida, la del ábside exento del templo enclavado en uno de los núcleos primigenios de la villa.
Los andamios colocados el mes pasado en la zona de la cabecera permitirán desmontar una residencia monacal construida a partir del regreso de los frailes a la ciudad, en los albores del siglo XX, y ampliada a mediados del siglo pasado. Con su eliminación se recuperará una estampa perdida, la del ábside exento del templo enclavado en uno de los núcleos primigenios de la villa.
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